¿Disyuntiva o copulativa? ¿Ciencia o filosofía?, o por lo contrario, ¿ciencia y filosofía? ¿Pueden ser tan distintas dos concepciones con un mismo origen: El pensamiento racional? De hecho, Tales de Mileto es considerado el primer filósofo de la historia y también el primer matemático. Para poder analizar similitudes y diferencias, debemos considerar los medios que utilizan y los objetivos que pretenden conseguir cada una de ellas.
En cuanto a objetivos, la ciencia pretende explicar y comprender la realidad, predecir los hechos futuros y manipular la realidad para ajustarla a los intereses humanos. No obstante, la ciencia aparece dividida en múltiples ciencias, centradas cada una de ellas en una parcela de la existencia humana. La filosofía trata de dotar de sentido a la totalidad de las experiencias humanas, para lo cual busca y analiza el fundamento o principio integrador de toda la experiencia, por lo que es un saber radical, y a además, global; no puede dejar nada sin fundamento ni dar nada por supuesto.
Un ejemplo claro de esto, lo encontramos leyendo a Ortega y Gasset en su obra ¿Qué es la filosofía?: “La misión de la Física es averiguar de cada hecho que ahora se produce su principio, es decir, el hecho antecedente que originó aquel. Pero este principio tiene a su vez un principio anterior, y así sucesivamente, hasta un primer principio originario. El físico renuncia a buscar este primer principio del Universo y hace muy bien. Pero… el hombre donde cada físico vive alojado no renuncia y, de grado o contra su albedrío se le va el alma hacia esa primera y enigmática causa”.
Aquí la Física es un ejemplo de ciencia y la filosofía viene a ser la inquietud del hombre que se esconde detrás del físico y que no se conforma con la respuesta que le da la ciencia, sino que pretende ir más allá.
Desde el punto de vista de los medios que utilizan, la ciencia se vale, sobre todo, del método científico (elaboración de conceptos, hipótesis, leyes, modelos, teorías, paradigmas y programas de investigación). La filosofía es crítica, no acepta más verdades que las que pueden ser demostradas racionalmente, y solo la reflexión filosófica puede determinar el papel de la filosofía. La ausencia de método científico en la filosofía ha conducido a algunos a tacharla de poco rigurosa, no siendo capaz de llegar a resultados positivos comparables con los de otras ciencias.
Pero, hay que tener en cuenta que como dice B. Russel: “Todo el estudio del cielo, que pertenece hoy a la Astronomía, antiguamente era incluido en la Filosofía;… De un modo análogo, el estudio del espíritu humano, que era, todavía recientemente, una parte de la filosofía, se ha separado actualmente de ella y se ha convertido en la Ciencia psicológica. Así, la incertidumbre de la Filosofía, es, en una gran medida, más aparente que real; los problemas que son susceptibles de una respuesta precisa se han colocado en las ciencia, mientas que solo las que no la consienten actualmente, quedan formando el residuo que denominamos filosofía”.
Por consiguiente podemos decir que la filosofía es la madre de la ciencia. Ambos se enfrentan a la realidad, pero con una diferencia. La filosofía busca el sentido de todas las experiencias humanas mientras que la ciencia solo trata de comprenderlo. La esencia de la filosofía es la reflexión, que es el origen de toda ciencia.

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